Publicada en 1868, esta novela del escritor francés Julio Verne aúna en su argumento los viajes y aventuras con un móvil clásico y profundamente humano: el anhelado reencuentro familiar. Mary y Robert, hijos del capitán Grant, parten a bordo del Duncan en busca de su padre, que ha naufragado; cuentan para encontrarlo con las indicaciones de un mensaje suyo hallado en el mar, dentro de una botella.
Los hijos del capitán Grant es una de las más apasionantes y mejor logradas novelas de Verne y no carece de virtudes literarias, como lo demuestra la perfecta caracterización de dos de sus personajes: Paganel y Ayrton. También es sugestiva su ambientación, especialmente en la parte que transcurre en Australia, que aparece en esta obra con la fascinación de una tierra virgen y áspera, la misma con que debió aparecerse a los ojos de los emigrantes europeos de 1800. De esta novela escribió el mismo Verne, en colaboración con Dennery, un drama estrenado en 1878.